Constantemente recibimos por parte de los gurús de la felicidad, mensajes que nos dicen que no es buena idea estar mirando al futuro o al pasado. Que debemos centrarnos en el presente y sentirlo, para de ese modo dejar a un lado miedos y temores.
Y sin embargo, no es complicado encontrarnos mirando al pasado. Analizamos errores y aciertos, aunque los primeros son los que realmente nos martillean la cabeza con más constancia.
¿Que por qué miramos al pasado? Porque lo que se olvida se repite.
Y evidentemente, ya que ha habido errores que no se pueden solucionar, qué menos que evitar que vuelvan a suceder.