Hay días, en los que la vida te mira fijamente, te sonríe, y te guiña un ojo.
El viernes fue uno de esos días. Por fin parte del gran esfuerzo realizado durante meses tuvo su recompensa, y por romper una tendencia sombría, fue más que celebrado.
Días con sonrisas, serán los que guíen mis pasos de nuevo.