Dicen que para seguir hacia adelante hay que dejar atrás el pasado.
Centrarse en el presente y el futuro; dejando a un lado los recuerdos.
Pero, ¿cómo olvidar el pasado, si cada noche que alzamos la vista a las estrellas…
…estamos viendo el reflejo de lo que fueron hace años?
¿Y si “simplemente” aprendemos a vivir con el pasado para disfrutar del presente? Seguro que se puede conseguir, no sé cómo pero seguro que existe la manera 😉
Lo difícil es conllevarlo. A veces de golpe y porrazo pesa mucho y se convierte en un lastre. ¿Dónde está el equilibrio entre aprender de los errores y no lastimarse recordando? Otro buen debate :p