– ¿Qué te pasa?
– Nada.
– Venga ya, tú y yo sabemos que te pasa algo, otra cosa es que no lo quieras decir.
– He sido sincero: no me pasa nada, y ese es el problema. Cada nuevo día pasa sin que suceda nada interesante, y apenas se diferencia en algo del anterior. Las hojas del calendario podrían intercalarse perfectamente y no notaría la diferencia, puesto que no hay un objetivo, meta, o razón que me guíe. Y lo peor es que son días desperdiciados, que me gustaría poder meter en una bolsa de la que echar mano en aquellos momentos que merecerán la pena en el futuro.
– ¿Y entonces? ¿Esto cómo se arregla?
– No es nuevo, a más gente le pasa, y la fórmula se repite: paciencia, sonrisas y no perder la calma. Ya habrá un objetivo, algo en lo que centrarse. Cuando sea. Mientras tanto, habrá que disfrutar del camino, recogiendo cada sonrisa o guiño que haya en el trayecto, porque todo vale y aporta algo; eso sin duda es mejor que arrastrarse. O cambiar de camino, desde 0, desde ese cero en concreto. Habrá que buscar soluciones. Hasta que un día me preguntes: ¿te pasa algo? Y yo te responda: sí. Entonces, sonreiremos.
¿Qué te pasa?
18
May
¡Todo pasa! Y… a todos. Antes de escribirlo encontré hace tiempo esta imagen: http://sonsusurros.tumblr.com/post/4985505022
A veces es cierta :p
A veces pasa, si… y lo bueno, es que también termina pasando 🙂